Las manos semejan mariposas que vuelan por tu espalda, y van a yacer a la depresión de tu cintura. Voy bajando la ladera de tu rostro con mis labios que reclaman a los tuyos. Al alcanzarlos, mi lengua se pierde en tu umbral de sombras. El beso, a llamaradas se aviva y en el vientre se prenden las hogueras.
martes
Las manos semejan mariposas que vuelan por tu espalda, y van a yacer a la depresión de tu cintura. Voy bajando la ladera de tu rostro con mis labios que reclaman a los tuyos. Al alcanzarlos, mi lengua se pierde en tu umbral de sombras. El beso, a llamaradas se aviva y en el vientre se prenden las hogueras.
A medias, con prisas, arrancamos los vestidos que confinan nuestra piel, y el anhelo, logra que se aceleren en el seno los corazones. Mientras a bocanadas, para no ahogarnos, nos bebemos el aire.
A dúo nos gozamos: exigiendo, acariciando, requiriendo la liberación soñada. El deseo, cabalga sin rienda por la sangre y en fuego nos envuelve. Incendiados, libramos una dulce batalla de muerte y vida, incitándonos con el fragor de suspiros y palabras; hasta enaltecernos en el espasmo final. La cúspide conquistada. Y tras rozar el cielo, descendemos enredados en el vértigo.
Saciada la pasión, con la piel de amor tintada, enarbolamos el emblema de la completa entrega, y recuperamos los latidos… Nuestras miradas, se abarcan con ternura enaltecida.
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1 comentario:
Felicitaciones
La Reina Mora
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