- Uy, lo siento, es que se me han acabado hoy.
- ¡Vaya! ¡Pues no sabe la faena que me hace!
- No si ya… pero es que hoy han salido tan bonitas que me las quitaban de las manos…
- Bueno, pues… gracias. Ya volveré mañana.
El problema es que día tras día voy a comprar mariposas y si no es porque se acaban, es porque huyen volando entre mis dedos cuando trato de mantenerlas en el hueco de mi mano. Ainsssssss...
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